Ubicada en lo mas alto del cerro sobre el que se asienta la ciudad . Es un edificio de transición al gótico, que incorpora la ojiva en sus arcos de forma decidida y eleva la altura de las naves, aunque conserve el gran grosor de los muros y la escasez de vanos propios del románico. Según privilegio fechado en Olmedo por Alfonso X el Sabio en el año 1274 podríamos fechar el inicio de su construcción en las primeras décadas del siglo XII aunque la inmensa mayoría corresponde al siglo XIV.
A través de una escalinata se accede al pórtico que nos introduce en el templo mediante una puerta de estilo Neoclásico de elegante sobriedad.
Consta de tres naves de igual altura divididas, a su vez, en tres tramos marcados por robustos haces de columnas. La cabecera del templo es una prolongación de la nave central, con un ábside pentagonal. En los laterales aparecen dos monumentos funerarios de estilo renacentista: El de la izquierda guarda los restos de D. Pedro de Hontañón y de su esposa Doña Catalina Enriquez de Mendoza [7] y el de la derecha los restos del canónigo D. Llorente de Salinas y de su sobrino Juan Frías de Salinas [5].